- marzo 17, 2021
- Posted by: soporte
- Categoría: International
Si no ocurre pueden esperar hasta seis meses para vacunarse.
Actualmente se recomienda que las personas que ya tuvieron COVID-19 esperen hasta seis meses para aplicarse la vacuna, con el fin de que más personas -especialmente en riesgo- que no tienen anticuerpos contra el virus puedan estar en mejor condiciones si se contagian. Sin embargo, un nuevo estudio cambia este plan.
Según un grupo de expertos en inmunización que asesora a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se puede seguir con el plan inicial si en el lugar donde viven los que pasaron la enfermedad no circula alguna de las variantes del coronavirus original, de lo contrario no deben esperar.
“Recomendamos como un acto de solidaridad ante la situación de escasez de vacunas esperar seis meses (para vacunarse) si una persona ha estado infectada, pero en los países donde circulan las variantes de preocupación se recomienda no esperar”, sostuvo el presidente del equipo de científicos, Alejandro Cravioto.
Este grupo también ofreció detalles sobre cómo debe usarse la vacuna de Janssen (Johnson & Johnson), la más reciente que ha recibido una autorización de uso de emergencia por parte de la Organización.
Las “variantes de preocupación” es como se denominan a aquellas cepas surgidas de mutaciones del SARS-CoV-2, causante de la actual pandemia de COVID-19, y que han mostrado transmitirse con mayor facilidad o, según estudios publicados en los últimos días, ser capaces de causar enfermedades más severas y hasta la muerte.
Cravioto explicó que en esos lugares quienes han tenido el covid-19 no deben esperar más de una o dos semanas para ser vacunados si tienen la posibilidad.
Esta posición se basa en situaciones que se han observado, como la de la región de Manaos, en Brasil, donde la circulación de una variante ha causado un número considerable de reinfecciones, recordó.
El grupo de expertos indicó que en esos contextos “no hay que esperar” porque la vacuna puede estimular la inmunidad y ofrecer cierta protección frente a cualquiera de las variantes más inquietantes, que son las que fueron identificadas primero en Brasil, en el Reino Unido y en Sudáfrica.
“De otra manera las personas están expuestas de nuevo a las variantes y estarán menos protegidas ante una segunda infección”, dijo Cravioto.