- febrero 8, 2021
- Posted by: soporte
- Categoría: International
Jerusalén –
Israel comenzó el domingo a salir de su tercer confinamiento desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en plena ofensiva de vacunaciones, con la apertura de tiendas, peluquerias y mercados.
El gobierno había anunciado el aligeramiento a partir del domingo del confinamiento iniciado a fines de diciembre para tratar de contener una nueva ola de contaminaciones.
El domingo por la mañana, abrieron los comercios no esenciales en Jerusalén, como la peluquería de Eli Aroas.
“Informé a mis clientes que retomábamos el trabajo (…) Los clientes llegarán pronto y esperamos que sea el fin de esta historia”, dice con alegría este barbero de 58 años que espera sacar sus instrumentos.
Sarit Reouven, de 49 años, vino al centro de Jerusalén para comprar zapatos, justo a tiempo para la boda de su hijo, el lunes.
“Esta reapertura es una buena cosa. Hay un viento de optimismo (…) Creo que se puede ver el final de la crisis”, afirma, y espera que este sea su “último confinamiento”.
“El último año aprendimos muchas cosas que no habríamos aprendido de otra forma y eso nos ha reforzado, (…) ahora se siente bien, vemos como un retorno a la rutina”, dice Yaakov Maman, vendedor de camisetas de unos 30 años.
Desde mediados de diciembre, gracias a un acuerdo con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, Israel ha vacunado a más de 3,4 millones de personas (cerca del 40% de su población), de los cuales dos millones recibieron ya su segunda dosis.
Pese a las medidas de confinamiento y la campaña de vacunación, enero registró la mayor cantidad de muertos desde el inicio de la pandemia en Israel, con más de 1.000 decesos.
Israel, con 9 millones de habitantes, ha registrado en total 686.000 contagios y 5.074 muertes, según datos oficiales. (I)
Israel comenzó el domingo a salir de su tercer confinamiento desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en plena ofensiva de vacunaciones, con la apertura de tiendas, peluquerias y mercados.
El gobierno había anunciado el aligeramiento a partir del domingo del confinamiento iniciado a fines de diciembre para tratar de contener una nueva ola de contaminaciones.
El domingo por la mañana, abrieron los comercios no esenciales en Jerusalén, como la peluquería de Eli Aroas.
“Informé a mis clientes que retomábamos el trabajo (…) Los clientes llegarán pronto y esperamos que sea el fin de esta historia”, dice con alegría este barbero de 58 años que espera sacar sus instrumentos.
Sarit Reouven, de 49 años, vino al centro de Jerusalén para comprar zapatos, justo a tiempo para la boda de su hijo, el lunes.
“Esta reapertura es una buena cosa. Hay un viento de optimismo (…) Creo que se puede ver el final de la crisis”, afirma, y espera que este sea su “último confinamiento”.
“El último año aprendimos muchas cosas que no habríamos aprendido de otra forma y eso nos ha reforzado, (…) ahora se siente bien, vemos como un retorno a la rutina”, dice Yaakov Maman, vendedor de camisetas de unos 30 años.
Desde mediados de diciembre, gracias a un acuerdo con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, Israel ha vacunado a más de 3,4 millones de personas (cerca del 40% de su población), de los cuales dos millones recibieron ya su segunda dosis.
Pese a las medidas de confinamiento y la campaña de vacunación, enero registró la mayor cantidad de muertos desde el inicio de la pandemia en Israel, con más de 1.000 decesos.
Israel, con 9 millones de habitantes, ha registrado en total 686.000 contagios y 5.074 muertes, según datos oficiales.