- marzo 1, 2021
- Posted by: soporte
- Categoría: National
El Iniap está en proceso de firmar un convenio. La plaga fue confirmada en Colombia hace 18 meses y se ha mantenido controlada.
Dieciocho meses después, desde el 8 de agosto de 2019, cuando las autoridades colombianas confirmaron la presencia del hongo Fusarium raza 4 en su territorio y se activaran las alarmas en los países de la región, entre ellos Ecuador, la plaga aún permanece contenida en el vecino país, aseguró Mónica Gallo, coordinadora general de Sanidad Vegetal de Agrocalidad, de Ecuador.
El Fusarium raza 4 es un hongo altamente agresivo y contagioso que afecta a las plantaciones de banano. En La Guajira, zona en donde se detectó en Colombia, la plaga afectó a unas 190 hectáreas, de las 50.000 sembradas.
“Desde la alerta por la presencia del Fusarium cubense raza 4 tropical en Colombia, Ecuador ha logrado mantener su estado de exclusión, es decir, la enfermedad no ha llegado al país”, confirmó Gallo, quien aseguró que las medidas que se adoptaron y que aún se aplican han dado resultados.
Entre estas medidas están el control de pasajeros en puertos y aeropuertos, la desinfección de vehículos en fronteras terrestres, las alfombras de desinfección en aeropuertos, la desinfección de contenedores en puertos marítimos, el control de material de propagación que se importa y la implementación de medidas fitosanitarias en sitios de producción.
Además, indicó que se encuentra en despliegue la estrategia de incentivo a la implementación de medidas mediante capacitación y entrega de pediluvios, vigilancia fitosanitaria en territorio, entre otras.
Sin embargo, en el 2020 entró en escena un factor que ayudó a mantener al hongo fuera del país, la pandemia del COVID-19, debido a las restricciones de movilidad que se aplicaron en la región.
“De alguna forma la restricción parcial de movilización de personas pudo impedir que el Fusarium raza 4 se mueva en la región; en tanto que la pandemia también ha contribuido a generar conciencia de la importancia de la desinfección y la bioseguridad”, explicó la funcionaria.
Para Richard Salazar, titular de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano del Ecuador (Acorbanec), la llegada del COVID-19 acentuó mucho sus medidas de bioseguridad con los trabajadores.
“Seguimos implementando esas medidas; y el MAG, a través de Agrocalidad, ha tomado otras medidas como la desinfección de contenedores que llegan al país por las terminales portuarias”, sostuvo el empresario.
Mientras, para Alfredo Saltos, exministro de Agricultura de Ecuador y exdirector del Programa Nacional del Banano, pese a que el hongo ha sido contenido en Colombia, no deja de ser una amenaza para Ecuador, donde existen alrededor de 220.000 hectáreas de la fruta.
“El tema de la pandemia ayudó mucho en Colombia pero menos en Ecuador, algo en desinfección de contenedores, pero hay que dar gracias de que no se haya reportado”, sostuvo Saltos, quien conoce que la empresa privada desarrolla estudios para buscar la resistencia al hongo en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, además de China y Taiwán.
En tanto, en Ecuador se buscan esos avances y también empezar a generar investigaciones propias.
Raúl Jaramillo, director de Investigaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), indicó que como parte del desarrollo de variedades resistentes se ha presentado, por el Programa de Banano del Iniap, un proyecto para ser financiado por la Agencia de Energía Anatómica en Viena; no obstante, aclaró, se trata de un proyecto costoso y que tardará al menos ocho años.
De estudios de variedades comerciales cavendish -la variedad que se siembra en Ecuador-, a nivel mundial, hasta el momento se cuenta con el material denominado GCTCV-218, que es medianamente tolerante y del que actualmente el Iniap se encuentra gestionando su evaluación en el país.
“Estamos en proceso de firmar un convenio con una institución del extranjero para evaluar materiales resistentes (banano formosana). Además, somos parte de una red de alarma regional para control de focos, en esta actividad participa también Agrocalidad”, adelantó Jaramillo.
La variedad formosana o 218 es originaria de Taiwán y ya está siendo usada en Filipinas y países de Centroamérica como Honduras y Costa Rica, según expertos.
También existe un cavendish resistente desarrollado en Australia, sin embargo es transgénico y las leyes ecuatorianas no permiten el uso de estos cultivos, sostuvo Jaramillo. En tanto, el Centro de Investigación Agronómica de Francia (Cirad) y en Brasil se cuenta con materiales experimentales cuya resistencia se está evaluando aún.
Hasta noviembre pasado este laboratorio tenía un avance en su construcción y adecuación cercana al 80%, su entrega estaba programada para diciembre y se prevé que preste el servicio a toda la región del Caribe, según indicó José Francisco Zúñiga, presidente ejecutivo de la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama).