- julio 7, 2021
- Posted by: soporte
- Categoría: National
Aerolínea tendrá cuatro frecuencias semanales. Podrían aumentar dependiendo de la demanda.
Cuenca
Desde el próximo viernes 9 de julio la compañía Aeroregional volverá a operar desde y hacia el aeropuerto Mariscal Lamar tras superar trámites administrativos.
Aeroregional ya prestaba servicios a la capital azuaya, pero por temas vinculados a la pandemia y valores pendientes que mantenía con la Corporación Aeroportuaria de Cuenca (Corpac) dejó de hacerlo temporalmente, detalló el alcalde de la ciudad, Pedro Palacios, quien informó la mañana de este lunes que tras superar estas situaciones se acordó su regreso. Si bien en inicio la aerolínea reanuda operaciones con cuatro frecuencias semanales, el incremento se dará según la demanda de pasajeros.
Con su arribo, los viajeros tendrán una alternativa más, pues hasta el momento los viajes a la capital son realizados por la aerolínea Latam, que domina el mercado con quince frecuencias de lunes a domingo.
Además, Palacios adelantó la posibilidad de nuevas alternativas de operadoras aéreas: “Para el último trimestre, al menos por conversaciones directas que yo he podido hacer con directivos de Avianca, se incorporarán nuevas frecuencias con ellos”.
Por el momento, en Cuenca hay un flujo de 15.000 pasajeros al mes, informó el director de la Corpac, Juan Pablo Vega, y aunque es optimista de que esta cifra crezca, no se atrevió a dar una cifra de un incremento, porque el mundo aún convive con la pandemia de COVID-19.
Desde este viernes 9, Aeroregional operará los días lunes, jueves, viernes y domingos con aviones Boeing 737-500 en los siguientes horarios: de Quito sale a las 19:00 y aterriza en Cuenca a las 19:45; despega de retorno a las 20:30 horas y arriba a la capital a las 21:15.
El costo del pasaje (ida y vuelta) es de $ 160, incluidos impuestos, según se informa en las redes sociales de la empresa.
Labores en pista del Mariscal Lamar
Asimismo, dentro de la planificación para el 2022 se prevén realizar trabajos en la pista de aterrizaje como un requisito previo a una etapa de certificación nacional e internacional. La idea es que el impacto sea el menor posible, porque mientras se revisan temas de drenaje, sub-base, base y carpeta asfáltica, la estación aérea deberá cerrarse.